jueves, 2 de julio de 2009

L@S BRUTIC@S DEL "A MI NO ME VA A PASAR"


Había una vez...

...un brutico y una brutica que vivían el lejano y maravilloso País de la Autonegación.

En este país todo era bonito, todo era ideal y la gente vivía en hermosas torres de marfil sobre las cuales se vislumbraba el horizonte de la bonanza por doquier.

Nadie tenía apuros de ninguna clase, ni accidentes, ni desastres naturales, no había delincuencia, nadie se quedaba sin trabajo, el dinero y los bienes nunca escaseaban y todos vivían bien y festejaban en la noche en sus excelsas torres de marfil.

Sencillamente las cosas malas sólo les pasaban a "los demás", a quienes todos los días les sobrevenían accidentes, desastres, crímenes y plagas. Era una gran fortuna que sólo "los demás" cargaran con tan funestas consecuencias del diario vivir... De sobra está decir que el brutico y la brutica vivieron felices para siempre.


Bueno, ya, al chile! No les parece conocida la historia? Pues al menos yo paso viendo, escuchando y hablando con los bruticos y bruticas del "a mí no me va pasar". Esta gente evita pensar en las cosas malas que les pueden pasar porque "no hay que ser pesimista", "pensar en eso es llamar la desgracia" y ___________________________ (rellenar línea con cualquier otra excusa carente de materia gris).

Ejemplos son las chavalas (no es machismo, pero es casi siempre más fácil asaltar a una muchacha) que andan caminando a altas horas de la noche por callejones oscuros o que se ponen a esperar el bus solas en cualquier lado; los ciclistas que le salen a uno de la nada en la noche, sin chaleco ni nada reflectivo en la bicicleta; el montón de irresponsables que andan circulando sin licencia y sin seguro; los peatones que cruzan la calle sin fijarse porque asumen que uno los va a andar cuidando siempre; los que pasan pisando a diestra y siniestra sin protección porque las enfermedades venéreas y los embarazos no deseados son para el resto de la gente; etc.

Mucha gente debería solicitar sin falta su visa y hasta la residencia honoraria para el País de la Autonegación. Los requisitos son:

*Presentar Certificado de Falta de Previsión
*Mostrar Constancia Temporal/Permanente de Simpleza Mental
*Redactar un ensayo de 150 palabras de "Porqué soy tan especial que estoy sobrenaturalmente exento de que me pase a MI"
*Examen Psicológico de Autonegación y Evasión de la Realidad


Pero...qué carajos le pasa a la gente, a los bruticos y bruticas? Si bien es cierto que no se trata de volvernos esclavos de horribles profecías autocumplidoras, debemos ser realistas y estar preparados para una desgracia. El mundo en que vivimos no es un lugar seguro, pero tampoco hay que dejar que esta certeza nos haga ni evasores de la realidad ni tampoco seres paralizados por el miedo.

El punto medio, en mi opinión está en hacer un balance entre lo bueno y lo malo que puede llegar a pasar y tener un plan B y hasta C, para salir parados lo mejor posible de una situación de crisis.

Ahora, para los que quieran seguir en la fantasía torremarfilina de que nada les va a pasar nunca porque son muy cargas o eso sólo pasa en las noticias y a los tontos y a los feos...está bien, pero cuando les tenga que pasar un chile y el despertar a la Realidad sea inevitable, ojalá crean en Dios para que tenga quién los apañe por bruticos. Como dice el dicho, afortunadamente para ellos exagerado: Al tonto ni Dios lo quiere.


El Roto se ha pronunciado al respecto!

lunes, 22 de junio de 2009

CEREBROS ENMOHECIDOS...Nada como ser CERRADO!


Qué rajado cómo algunas personas son tan cerradas de entendederas que uno ya no sabe si es en serio o si están vacilando, si de verdad padecen de esa cerrazón crónica marca diablo o si ahorita nos sale una cámara escondida para darnos la noticia de que salimos haciendo nuestros 5 minutos de ridículo (para algunos equivalente a fama!) en algún programa raro!

Casos sobran: desde el funcionario público ahogado en su propia pereza y mediocridad laboral al que no se le puede preguntar nada porque ya nos vuelve a ver feo, pasando por el tombo que se siente realizado al tener una cuechésima de autoridad y poder y nos habla golpeado porque él es "La Ley", hasta el individuo de a pie que, probablemente por tratar en su diario trajín con gente tan básica y cerrada como él, cree que todos los demás somos así y no se miden para expresar sus cortas y por lo general enojosas opiniones.

Me pasó un chile que me hizo hervir la sangre con un señor, a quien yo consideraba respetable, que me debe plata desde hace meses de meses. Anteriormente un excelente cliente que compraba a crédito y pagaba sin problemas, con la crisis de estos tiempos ha visto encogerse su negocio y su capacidad para cancelarme los abonos a tiempo.

Yo siempre he sido muy considerado y decente para cobrarle a la gente...Puta, uno trata de ponerse en sus zapatos, de ser paciente y de siempre buscar la mejor manera de hacer las cosas. Sobra quién por mil pesos le arme a uno un despiche de la grandísima mujer de la calle y hasta se atreva a ir a hacerle una barbaridad de gente chusma. En fin, formas de formas hay, pero yo siempre he escogido la más respetuosa a la hora de cobrar mi plata.

Para poner los antecedentes sobre la mesa, este señor, a quién de ahora en adelante llamaré Don Hache, empezó a tener problemas para pagarme desde diciembre del año pasado. Le fui dando tiempo y tiempo y siempre pasaba algo. Uno por consideración pues no le hacía feos...sí, Don Hache, qué tirada, está bien, ahí le paso la próxima semana o quincena, etc. Para hacerla más tuanis, cuando Don Hache lograba conseguir la plata, entonces los astros conspiraban para que mi apretada agenda no calzara con las caprichosas horas en que el señor me pedía que pasara (como si no le hubiera dicho a él yo mil veces que yo salía y sigo saliendo tarde del brete). Diay, sí, Don Hache, no pude pasar, pero está bien, ahí luego le llego, tranquilo.

El primer pedo que me hizo don Hache fue en enero y, por la misma sorpresa que me causó su reacción, opté por conciliar y no darle mucha importancia. Uno no anda buscando pelearse verbalmente con un señor cabeza de familia que ha sido buen cliente pero que ha terminado siendo víctima de la crisis actual. Sin embargo, que me reclamara de una manera bastante ardida y grosera que yo no había pasado cuando él había tenido plata para pagarme, como dando a entender que yo era la causa de todos sus males crediticios y existenciales, me chocó bastante.

Una deuda para mí es algo sagrado y plata que aparto para pagar un saldo con alguien se guarda hasta que el Fulano o Fulana aparezcan a cobrar; no es plata para gastar en nada más. Con Don Hache ya había visto que no era así, pero bueno, como siempre me pagaba y era plata segura, pues no polemizaba yo al respecto y pasaba a cobrar luego. El reclamo si me molestó, pero como dije antes, lo dejé pasar.

En la siguiente fecha acordaba para el pago, Don Hache me pidió chance porque el camión con que trabaja se le había jodido y le tuvo que meter un montón de plata para volverlo a poner a caminar. Pucha, si el machete del hombre no funciona la prioridad de él es arreglar eso de inmediato, así que va El Roto y le dice que ok, que luego.

Más adelante, Don Hache vio su mala racha complicada por la enfermedad y muerte de su señora madre, quién ya estaba irremediablemente enferma. Cómo le iba yo a salir con alguna falta de tacto porque no me iba a poder pagar nuevamente?? Uno es gente y no por tener que cobrar tiene uno que volverse un desalmado. Seguimos dándole chance a Don Hache, aunque la plata cada vez me urgía más para sacar adelante otros negocios. Un entierro es de lo más caro y si no se tiene un colchón económico para hacerle frente es un problema muy feo.

Después del entierro, como con las plagas de Job, a Don Hache se le enferma la señora y tiene que llevarla al hospital. Me vuelvo a poner en los zapatos del hombre, cada vez más frustrado por necesitar el efectivo para un negocio súper interesante que salió por ahí...qué le voy a decir, que salado, que me pague, que vea a ver que hace con la doña enferma? Por Dios! Seguimos dando chance...

Como a las dos semanas volvemos a hablar y, por hijueputésima vez me sale con que cuánto es la deuda (como si no le hubiera yo dado el monto y desglose ya varias veces por msj de texto y verbalmente!). Le consigo el dato, luego de hacer cuentas mientras le entro durísimo al "multi-tasking" usual del brete de lunes en la noche, y me dice que en una semana me tiene un jugoso abono listo, que de ahora en adelante, como yo salgo tarde, me va a seguir dejando la plata con el nuevo guarda del residencial.

Llega entonces el lunes siguiente y en lo más y mejor del brete, me cae un msj al cel que dice que no pase, que no va a poder abonar pero que ahí el me avisa. Me ofusco un poco pero me controlo y acato a pasarle el siguiente mensaje de triste resignación:

"Qué tirada..."

Bueno, pues no dejó don Hache pasar tres minutos para llamarme y empezar a alzarme otro desmadre de esos que ya había demostrado que podía hacer en diciembre. Empieza a increparme que qué es eso de qué tirada, que si él no ha terminado de pagarme es MI culpa porque yo no he sabido pasar cuando él me ha tenido la plata (OJO: la gente cerrada no deja de revivir los dramas del pasado para avivar el fuego de su obtuso enojo), que si es que yo creo que la caseta del guarda es un banco y que ahí se va a quedar la plata si yo no paso por ella, que él está urgido de la plata y que si no la recojo que él le tiene mejores usos, etc, etc, etc.

Ahí fue cuando me empezó a cabrear su desfachatez. En primer lugar, mi "qué tirada" no se envió con ningún afán belicoso como el tono con el que este "respetable señor" estaba atacándome sin parar. Por otra parte, aún traté de hacerle ver que yo obviamente no esperaba un atraso en el pago de ese día pero que tampoco tenía ánimos de ponerme a pelear por ello y que por favor se calmara. Yo estaba tratando de ser correcto y respetuoso, pero el simplemente NO me escuchaba.

Para entonces ya sentía la adrenalina y el colerón y empecé a contraatacar las deficiencias de sus reclamos:

"Vea, don Hache, si así es cómo nos vamos a poner, entonces déjeme decirle que yo con usted he sido bastante paciente y comprensivo. En realidad las razones por las que usted me dice que se atrasa NO son mi problema y aún así siempre me he dirigido a usted con respeto. Usted dice que lo que me debe es una cochinada de plata pero, si es tan cochinada, cómo entonces no me termina de pagar en todos estos meses?

Además, yo no he sido cochino con usted, yo no he estado yendo a su casa a presionar, a tocarle el timbre para que salga y me explique porqué no me paga ni nada por el estilo..."

Entonces con su siguiente respuesta fue donde me di cuenta, y hasta lástima ajena me dio, de lo básica e insensata que era esta persona que estaba al otro lado de la línea:

"Ah, usted me está amenazando!? Pues sepa que yo no estoy solo...yo conozco gente y mi hermano aquí en dos toques me presta la .38..."

Por Dios!! Por más que le expliqué que yo NO lo estaba amenazando porque eso no era de gente decente como uno, el se cerró y se cerró y no dejó de cerrarse hasta mostrar como su nivel de ofuscamiento e imbecilidad lo habían hecho acorralarse sólo en un imaginario altercado con cualquier rufián de los bajos mundos del Paso de La Vaca o los alrededores de La Cueva.

Comprendí entonces que si seguía hablando y escuchando esa llamada iba a terminar mandándolo a la mierda olímpicamente y perdiendo los casi 30 mil colones que me debía en ese momento. Alcancé entonces a decirle que la conversación ya no era una conversación civilizada y que yo no iba a seguir en ese juego, que entonces me avisara antes del próximo lunes cuánto me iba a dejar con el guarda y ahí los dos terminamos airadamente la contienda celular.

Gracias a Dios no soy un mafioso ni nada por el estilo, pero sólo por esa estúpida amenaza que me hizo cualquier otra persona de los bajos mundos se hubiera ido de inmediato a buscarle y pegarle un balazo o una golpiza tipo hospital. Muy cierto es el dicho de que uno nunca sabe con quién se mete pero, a pesar del colerón que hasta me dejó temblando y casi tuve que irme a vomitar la cena al baño, para la fortuna de este viejo cerrado, mi persona no es así.

En este momento, dos semanas y media después de esta pelea telefónica, aún me debe plata don Hache, pero al menos ya ha ido bajando el saldo. Al lunes siguiente de aquella llamada me dejó un tercio de la deuda con el guarda. Hace tres días, que me tocaba ir de nuevo, se comunicó por msj de texto para decirme que no pasara, que me iba a cancelar la totalidad del saldo el lunes de la próxima (vean cómo sigue teniendo problemas para pagarme "la cochinada" de plata que me debe). Yo nada más le puse: Ok.

Espero con grandes ansias que me cancele. No es ya ni por la plata, sino que quiero asegurarme de hacerlo sentir bien mal con una carta bomba que le voy a dejar cuando ya de fijo no quede nada pendiente entre él y yo. Si le queda algo de sensatez, va a sentir pena cuando lo haga volver sobre sus palabras de vana amenaza hacia quien siempre fue comprensivo y caballeroso con él...pero si es tan cerrado como sospecho que sí es y seguirá siendo por el resto de sus días, se tendrá que enfermar del colerón de no poder contactarme nunca más porque lo voy a bloquear del celular, no sabe dónde vivo y colgaré toda aquella llamada privada o no dónde tenga la osadía de volver a buscarme para tratar de envolverme en su cansona estrechez mental.

El Roto ha dicho!

sábado, 13 de junio de 2009

Aló, sí, QUIEN HABLA???


Seguro yo soy el único amargado que se pone de un huevo cuando le suena el teléfono, contesta y una voz desconocida lo interpela: Aló, quién habla??

Para empezar, si la persona llama a mi número y tiene que hacer tan molesta pregunta quiere decir que es alguien que no me conoce. Ahora, si tal individuo no me conoce, no veo por qué de buenas a primeras quiere venir a interrogarme tras haber roto el frágil equilibrio de mi privacidad sin siquiera tener la decencia de identificarse primero.

Mi respuesta pre-grabada es: "Esa es la misma pregunta que me hago yo", mientras trato de contener el colerón que me da la falta de respeto que es iniciar una conversación telefónica de tal manera. Es que a la gente ya no le enseñan modales? Por lo visto no.

En algunos casos cuando les respondo así, a unos pocos les cae la peseta y se disculpan, tras lo cual dicen su nombre y asunto de la llamada. Otros, se quedan como estúpidos y nada m'as dicen como loras embarradas de caca: Aaaaaah?? Esto último me la hace completa y no puedo evitar colgarles airadamente murmurando coloridos improperios. Y los últimos, para los que tampoco tengo mucho aprecio, son los que suelen colgar sin siquiera disculparse por su torpe y vana intromisión en el continuum de mi vida.

En tiempos en que los modales tan penosamente escasean y se consideran una cosa de viejos, les remito mi humilde aporte para no quedar nada más en la crítica:


Persona Desconocida: Aló, buenas! Se encuentra Fulano?
Yo: Sí, buenas, de parte de quién?
Persona Desconocida: De Perenceja Rodríguez.
Yo: Ah, hola, Perenceja, en qué le puedo ayudar?
...

Persona Desconocida: Sí, buenas, mi nombre es Pepito. Se encuentra El Roto?
Yo: Sí, con él habla. En qué le puedo ayudar, Pepito?
...

Persona Desconocida: Hola, está Tita?
Yo: No, está equivocada.
Persona Desconocida: Ay, disculpe. Qué número marqué?
Yo: No se preocupe. Marcó el 8*1*-4358
Persona Desconocida: Ah, ok, muchas gracias.
Yo: Adiós, que tenga un feliz día!


Jueputa, de verdad es tan difícil mostrar este nivel básico de cortesía a la hora de interrumpir a alguien en su trajín cotidiano? Si uno tiene en cuenta que las personas también pueden estar ocupadas y que contestarnos la llamadita puede requerir un esfuezo adicional lo mínimo que podemos hacer es agradecer que nos hayan contestado y manejarnos con respeto y deferencia.

Obviamente uno tal vez ya no hable así cuando llama a los compitas:

Yo: Tons qué, carepinga! Todo bien?
Compa: Qué, guevón! Pura vida! ,

pero una cosa es llamar a alguien de confianza y otra llamar a un número que salió en el periódico o en internet o de un mensaje que nos tomaron en la casa y donde no sabemos quién nos va a contestar. Los modales no quitan nada...más bien nos ponen.

El Roto ha hablado.

El Roto ha llegado...Hijueputa el que hable!!


Cuando era carajillo a veces era bien malcriado, berrinchoso y respondón. Mi mamá se las tuvo que ver en muchas ocasiones a palitos para lograr disciplinarme debido a mi temperamento inquieto y efervescente(hoy se lo agradezco...hizo muy buena labor) y cada vez que le hacía una malacrianza o ya ella veía la tormenta venir, se quitaba la faja y me preguntaba si ya venía Roto.

Roto era el nombre con que ella había bautizado a mi alter ego revoltoso e irreverente y me imagino que el ingenioso epíteto lo tuvo que haber creado tomando en consideración parte de mi nombre, mi otro yo más tranquilo.

Hoy, casi 30 años después, regresa El Roto en su versión agrandada, A Todo Dar, Reloaded y con esteroides para venir a hablar tanto mis verdades como mis ficciones, sin importar a quiénes o a cuánt@s (esa mierdita de cuántos y cuántas aquí me la pasaré por dónde no alumbra el Astro Rey!) incomode en el proceso.

Si a alguien le chima, salados, me vale un recarajo! A nadie se le obliga a seguir leyendo. Si a otro le divierte, no me enojo...lo menos que puede hacer es suscribirse para darle un gratuito masaje virtual a la parte más carepinga de mi ego. Si a alguien lo hace reflexionar algún tema, excelente, tampoco es que vamos a cambiar el status quo, pero con que haya una persona menos bruta en el fucking mundo me conformo.

Con todo lo anterior dicho concluyo mi tema introductorio y de una vez les dejo en claro lo siguiente:

El Roto Lengu'edardo ha llegado...

HIJUEPUTA EL QUE HABLE!!!